Lilypie First Birthday tickers

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domingo, 29 de julio de 2012

No soy supermamá

Esta semana Nora ha cumplido un mes y nos ha regalado un mes lleno de emociones y momentos preciosos:  su primera sonrisa, su manita cogiendo mi dedo, dormir durante horas sobre mi pecho, despertarse a mi lado, buscarme con su cabecita... y así seguiría escribiendo muchos tiernos momentos... 

Sin embargo hay otros momentos de los que no se habla demasiado, momentos en los que nos sentimos vencidas, agobiadas, agotadas, desesperanzadas y a veces culpables por sentirnos así. Este post va dedicado a todas mis amigas mamis, a mi querida azulitoclaro, a mi misma... y en definitiva a todas las mamás que alguna vez se hayan sentido así. 

Las mamás no somos perfectas, igual que no lo son nuestras parejas, ni nuestros bebés y criaturas. Mi pequeña Nora es feliz, dulce, tierna, comilona, dormilona, y jamás se me ocurría esperar de ella más de lo que se puede esperar de un bebé: atención permanente. Pero a veces me siento invadida, sin un segundo para mi, sin ser dueña de mi propia vida. En esos momentos respiro (si puedo me encierro en un lugar solitario) recuerdo que es normal sentirme así, y vuelvo hacia Nora siempre con una sonrisa. 

A veces necesito recordar que no soy una supermamá, que soy imperfecta, que no siempre haré lo correcto, y que en muchos momentos me sentiré vencida. Sé qué habrá muchas etapas que pasaremos los tres juntos y sé que habrá muchos retos que superar (aquí hago un guiño a La casita de Irene). Sé que es normal sentirse encantadoramente feliz, al igual que encantadoramente desesperada. Sin embargo, cada día con Nora nos hace crecer a los tres, aprendemos a tener paciencia, a ser cariñosos, a curarnos con amor. Aprendemos a conversar, a compartir las emociones, las que yo a su vez comparto con mis amigas y con otras madres bloggeras. Aprendo a no exigirme ser perfecta, ni a exigírselo a los demás (en proceso). 

Entre uno de los muchos blogs que sigo de gran sabiduría emocional me ha gustado mucho la imagen que ha colgado la Susurradora de bebés, que con su permiso pongo en esta burbujita. 

Con esta imagen os invito a ser felices, a disfrutar de los buenos momentos, a respirar en los menos buenos, a mirar con ilusión los retos que nos esperan, a compartir con otras mamás cuando lo necesiteis, a quereros y a aprovechar cada momento y segundo (bueno y menos malo) con nuestros tiernos bichitos. En definitiva, a ser realistas :)





5 comentarios:

  1. ainxx sniff sniff....


    me alegro que todo vaya genial con sus pros y sus contras ;)

    besotes

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  2. Que bonita entrada, Sandri!! Mucho ánimo y adelante!! Que es todo nuevo para los tres, no solo para ti! No te sientas mal nunca porque seguro que haces todo lo mejor que puedes y sabes!! Un besazo enorme familia!! :-)

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  3. Ainxxx que cuqui!!!que difícil es la vida de mamá!!!muchas veces las cosas son complicadas pero por suerte siempre quedan los buenos momentos!!!piensa que cada etapa será diferente y todas tendrán sus cosas pero lo importante es quedarse con los bueno y intentar enseñar a los nuestros lo mejor que sepamos (aunque no siempre sea lo adecuado) pero es lo que sabemos y como dices "no somos perfectas" aunque si estamos cerca!!!jjj.
    Besotes guapi

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  4. Qué desahogo te has permitido! Hay que irse adaptando poco a poco, todo es nuevo por triplicado!! Yo ahora que Gigi tiene 9 años pienso en estos momentos en los que me agobiaba y echaba de menos mi mundo de soltera y me digo a mi misma: ¿estabas tonta o qué? ¿no ves que maravillosa es la vida teniendo una hija como la que tienes Leti? jajajaja.
    Y es que es normal Sandri, con el tiempo todo es más fácil... de verdad que los años vuelan cuando eres mami!!!
    Un besote y abrazos a mogollón... pronto tendrás correo feliz desde Palafolls.
    Love cariñuuuuu

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  5. ¡Sandra! No somos supermamás (o eso creemos), pero aprendemos todos los días y eso nos hace imbatibles, al menos mientras entendamos este proceso no como una lucha sino como eso: como un camino de aprender, crecer, vivir, disfrutar. Luego ya ni te acuerdas de los momentos menos buenos. Y sólo podrás evacar felicidad. Descansa mucho, MUCHO y disfruta ese regalito hermoso de la vida. Cuando estés cansada, si hace falta, abrázala fuerte, escápate al baño para darte una ducha o duerme (sobre todo eso) cuando ella lo haga. Verás cómo todo va tomando su forma y su ritmo (aunque llegando a los tres años te pierdas un poco).
    Gracias por tus palabras y tus guiños.
    Un abrazo fuerte y un besito,
    A.

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