Lilypie First Birthday tickers

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domingo, 23 de junio de 2013

La noche de San Juan

 
 
Cuando vivía en Leganés me gustaba la noche de San Juan. Salía con mis amigos, y papelito en mano, veía arder la Hogera y quemaba todo lo que no quería que siguiera conmigo.
 
El año pasado una noche como esta comencé a tener dolores que anunciaban que Nora ya estaba preparada para ver todas las cosas hermosas del mundo. Aunque no sería dos noches después cuando por fin pude ver su carita.
 
Este año, el que ha pasado más rápido de toda mi vida, mi papelito está vacío, porque me quedo con absolutamente todos los momentos que hemos pasado los tres juntos. En este año hemos crecido, nos hemos conocido, hemos disfrutado, reído, llorado, cantado, abrazado, mordido, amado...  Creía que iba a darme penita que mi niña dejara de ser bebé, pero verla crecer a mi lado es el mayor regalo que me han podido dar.
 
Somos afortunados, y en esta burbujita que cada vez es más grande, fuerte y brillante me sigo quedando. Os quiero :)

jueves, 25 de abril de 2013

Mi primer dia de la madre


Desde que Nora nació me he vuelto más pastelosa aún si cabe, pero es que no puedo remediarlo. La verdad es que tampoco me importa, me gusta como es mi vida, me gusta (de momento) la madre que soy para Nora y me gusta dejarme llevar por estos momentos, que tan rápido pasan.
 
Hoy viendo un anuncio me he dado cuenta de una cosa, el domingo es mi primer día del "Día de la Madre". Y es que de pensarlo me emociono. Siempre he celebrado el día de la madre como hija, y ahora lo celebraré también como mami. Nora todavía es pequeña, pero cada día me hace sentir la persona más afortunada del mundo. Y el domingo lo celebraremos los tres, un día especial y un día para recordar en si mismo ;) Ya os dije que me he vuelto una pastelosa....
 
Hace mucho que no escribo, y me da pena porque son tantas cosas las que me gustaría dejar plasmadas en esta busrbujita para siempre... Hoy mi niña cumple 10 meses (y la madre ya en busca y captura de ideas para fiestas de cumpleaños) y tengo la suerte de observar en silencio cada día como crece poco a poco. Un día que estira el bracito para coger la B de la alfombra puzzle, pero no puede. Otro día prueba con levantar la ficha por la esquina para sacar la B, y lo consigue. Y ya hoy va directa, levanta la ficha, coge la B y quita los agujeritos. Y lo mejor es que me mira riéndose triunfante, jajaja.. es que me parto de risa!! ahora le ha dado por reírse a carcajadas cuando yo me rio por algo que hace ella. Es que no hay día que no me parte de risa, está sembrá (como dicen en Andalucía)
 
Y yo pues estoy encantada. Resulta que tiene mamitis, claro está que soy el centro de su vida, con solo decir que su primera palabra es "teta·. A mamá la llama "teta" (a no ser que quiera que le haga caso, que entonces me grita "ma-má". A papá le llama "teta". Al agua le llama "teta". Pero siempre está en sus conversaciones, probando sonidos, sílabas, entonaciones... podría decir que su primera palabra inventada es "tatum". Pero la que más repite "te-ta" y cuando me la pide me lo dice bajito, ais... que ternura... 
 
Desde el sexto mes se le ha ido definiendo más su personalidad, y de momento demuestra ser una niña muy alegre, payasita y muy cariñosa, y cuando le decimos ¿"besito"? nos acerca su cabecita, lo que no sé es como no se asusta de los besos "tipo abuela" que me salen.
 
Hace un par de días me llamó mucho la atención, porque estaba haciendo la cama cuando de repente veo que coge sus calcetines que estaban doblados y se los coloca encima de los pies. Como si le estuviera encontrando un lugar a cada cosa. Me quita mis gafas y me las intenta poner. Que chica más lista!!
 
Bueno.. y después de haber dejado el teclado babeado, es hora de dormir. Estoy feliz por celebrar mi primer día de la madre, pero pequeña Nora, cuando algún día leas estas palabras, quiero que sepas cualquier día contigo es mejor y más especial que cualquier otro día sin ti :)
 
Te quiere siempre, incondicionalmente y hasta el infinito, mamá.
 

miércoles, 13 de febrero de 2013

Mis brazos para abrazarte

La semana pasada leí este artículo que comienza con una pregunta "¿Puedo coger al bebé en brazos siempre que llore?" el artículo sigue "Sí, y además es bueno". Ya el echo de que una madre se pregunte eso, me inquieta un poco. Quiero decir, estamos programadas para acudir ante el llanto de nuestro bebé, entonces, ¿por qué dejarlo llorar? ¿por qué sentirte culpable por cogerlo? ¿por qué te critican?
 


Aclaro que este post no pretende ser determinista. Cada madre es la mejor madre para su criatura y no hay fórmulas mágicas para nadie. Sólo cuento mi experiencia de mami de 7 meses, por si puede ayudar a alguien en algún momento. Y simplemente porque me apetece. Tampoco pretendo criticar a quienes dejan llorar a su bebé para que no se acostumbre a los brazos, para que duerma, para que aprenda o por el motivo que sea. Aunque no lo comparto. En las redes sociales se plasma este mismo debate. Se dice que lo natural en los modos de crianza está de moda. Yo no sé si es moda o reivindicación, la realidad es que somos animales instintivos que vivimos en una sociedad con normas... ¿es posible encontrar el equilibrio?
 
Cuando eres madre tienes muchos momentos de miedos y dudas. Sin embargo desde el principio me propuse vivir este primer año de maternidad bajo dos premisas fundamentales: no sobreinformarme y escuchar mi instinto maternal. Procurar que las respuestas vengan de dentro, y no de fuera.
 
Cuando Nora tenía un mes viajamos al pueblo de mis abuelos. Ya nos habíamos dado cuenta que éramos incapaces de dejar llorar a la peque (tanto papá como mamá), por lo que cuando Nora se cansaba del carrito siempre llevaba mi bandolera donde tenía su hueco. Pues bien, en los 5 días que estuvimos, escuchamos más de 15 veces la inoportuna frasecita condenatoria "!Ay como la acostumbres a los brazos!" (Si fuera un emoticono, ya me habría salido la gotita en la cabeza.) La última noche ya cansada respondí a una tía abuela, que muy digna me decía que los bebés son muy listos, que llorando consiguen todo lo que quieren. Como si mi pobre bebé que ni siquiera sabía sujetar su cabecita, tramara una conspiración contra nosotros destinada a conseguir todo lo que quiere. Me rio de sólo escribirlo. Pero en esos momentos dudé, reflexioné, hablé con papá y sobretodo observé.

Mi experiencia ha sido la siguiente. Un bebé de hasta 6 meses llora porque necesita el contacto, por que en él le va su superviviencia. Viene de vivir apaciblemente en la tripita de mamá, donde todo es tacto y contacto. Apenas ve, los sonidos suaves se han convertido en ruidos repentinos. La temperatura agradable constante ha pasado a fluctuar a cada momento. Y lo único que le hace sentirse seguro es el olor y el calorcito de su mamá o papá.

Nosotros hicimos caso omiso a la tan terrible profecía... y ahora con siete meses puedo decir que Nora es un bebé que no depende tanto de mi, que le encanta pasear montada en su carrito, que come y duerme estupendamente, sin miedos, que no extraña, que se adapta, que se entretiene sola, que le dedica una sonrisa a todo el que la mira, y en definitiva, que es un bebe feliz. Siempre ha tenido mis brazos para abrazarla o sostenerla. Y así lo volvería hacer. Tampoco me he quejado por cogerla en brazos. Muchas veces pienso que algún día ella será la que no quiera que la coja, dejará de ser bebé, querrá andar, correr, decubrir... así que aprovecho...

En definitiva, cogerla cuando lo ha necesitado NO ha sido malo para ninguna. Así que es hora de que quede bien clarito que coger a tu bebé cuando está llorando NO es malo. No va a ocurrir nada tan terrible aparte que te pueda doler un poco más la espalda o que te resulte inoportuno. Pero ya es cuestión de prioridades.

Vivir la maternidad en línea con nosotras mismas es el mejor regalo que podemos darnos y lo mejor que podemos dar a los demás. No hagas algo que no sientes porque "algunos" te dicen que es bueno. No dejes de hacer algo que sientes porque "otros" dicen que no es bueno. Lo mejor qué puedes dar es lo que tienes en tu corazón. Entre los extremos de la "crianza natural" y la crianza convencional hay un gran abanico de posibilidades que no es necesario encasillar.

Vive como sientas y siente lo que vives :)


 
 
 

lunes, 4 de febrero de 2013

El tiempo cuando eres mamá

Hace tiempo que no escribo y no es por desidia. No sé como ha ocurrido, ni en qué momento ha pasado, pero creo que algún duendecillo ha acelerado las manillas del reloj. Parece que fue ayer cuando mi flaquita Nora dormía sobre mi pecho apaciblemente... ahora cuando duerme sobre mi pecho con sus 9 kilos siento cierta axfisia, aunque la sensación sigue siendo inmensa, tanto, que me resisto a perderla. 


Han pasado cinco meses desde que mis ojos se posaran por primera vez sobre mi pequeña y desde entonces todo ha cambiado mientras nada cambia. La casa está mucho más desordenada, mire donde mire hay rastros que hablan de tu presencia. El silencio se ha convertido en pequeños y grandes grititos. Se respira ternura y alegría en cada rincón de esta casa.

El tiempo a tu lado no es tiempo, se para y pasa volando a la vez. Y sin embargo, es el tiempo mejor empleado de toda mi vida.

 

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Yo teteo, ¿tú teteas?


Hace tres meses que Nora nació y ya he creado mi propio lenguaje. Una de las palabras que más me gusta emplear es el verbo "tetear", que dícese de la acción de pasar los mejores segundos de mi vida dando el pecho a mi pequeña. Sin embargo reconozco que dar el pecho no ha estado exento de obstáculos.

Nunca me había planteado el tema de la lactancia materna hasta que no me quedé embarazada. Fue entonces cuando recopilé información y cuando me llovieron consejos de todo tipo, tales como "la teta es lo mejor" y tales como "a mi me han dado biberón y no ha pasado nada". Es una lástima que nos vendan el biberón como una alternativa estupenda a la teta, cuando no existe nada que se le compare (es lo que tiene el ser "civilizado")

Pero volviendo a la teta, nosotros lo teníamos claro: íbamos a tetear sí o sí. Escribo en plural porque aunque yo lleve el soporte principal del sistema de alimentación de nuestro bebé, es todavía más importante el apoyo, cariño, comprensión y ánimo que el papá nos ha dado constantemente (Padres de lactantes) Me imagino que si en esas noches de desvelo y dolor, a las primeras de cambio el papá se hubiera ido a por un biberón y me dijera "pues ganas de seguir sufriendo, si el biberón está muy conseguido" y le enchufara el biberón al bebé, puede que la historia fuera muy distinta. Sin embargo, lo teníamos claro: pase lo que pase, íbamos a tetear. 

Cuando Nora nació le costaba engancharse a la teta. Sabíamos que al principio iba a comer poquito, pero para eso la superteta produce el calostro, un alimento con alto poder calorífico. Por lo tanto, lo poquito que comía sabía que le estaba alimentando. Aún así como madre me entraron dudas, por lo que en momentos puntuales le dimos en el hospital un poquito de biberón (más por mi que por ella) lo suficiente para que comiera pero sin dejar que se acostumbrara, ya que estaba claro que íbamos tetear. Ya en casa no había biberón, sólo teta. 

El primer mes la lactancia materna lo sentí doloroso y a ratos apesadumbrante, sin cinco minutos para respirar. Estaba claro que era lo mejor para ella, por eso a pesar del dolor siempre le abrazaba y le daba un beso amoroso antes de tetear. Aún entonces y pese a las molestias, me sentía feliz y disfrutaba mirándola. 

Ahora han pasado tres meses y puedo decir que tetear es lo más maravilloso que me ha pasado nunca. Sentir el calor de Nora junto a mi pecho, ver como me mira riéndose cuando tetea, quedarse apaciblemente dormida entre mis brazos, calmarla cuando tiene dolor, darle seguridad cuando tiene pesadillas, o simplemente tener nuestro ratito juntas, fuera del tiempo y del mundo, es una sensación muy dificil de describir y que quiero retener en mi memoria. 

Hay muchas razones por las que abandonar la lactancia: el dolor, la incomodidad, la dificultad, el miedo, la inseguridad, la esclavitud, desafortunados comentarios, y un largo etcétera. Para mi sólo hay una para luchar por la lactancia materna: es el mejor regalo que das a tu bebé y el mejor regalo que tu bebé te da. Y yo por mi parte, no necesito ninguna más :)

domingo, 12 de agosto de 2012

No puedo vivir sin ti

Nunca nadie me había querido tanto y yo nunca había querido tanto a nadie. Mi bebé nos hace regalos todos los días, regalos que nos hacen sentir una felicidad difícil de describir. Cuando nos mira nos hace eternos e infinitos. Cuando nos sonríe el mundo brilla. Cuando se duerme en nuestros brazos nos invade la paz. Cuando nos coge el dedo se paraliza el tiempo. Yo sólo puedo hacerle un regalo a mi bebé: mi tiempo para ella. 


El arte de ser madre está lleno de gozos y lleno de obstáculos. Sin escuchar métodos de crianza ni consejos familiares, mi instinto me lleva a querer dar el pecho a mi bebé cuando me lo pide (sin horarios), abrazarla y besarla constantemente, dormirla en brazos y atender su llamada cuando avisa que va a llorar (ninguno de los dos soportamos su llanto, verla empapada en lágrimas y temblando la barbilla). 

He descubierto que así me lo dicta el corazón en contra de comentarios tales como: "tienes que dar el pecho cada tres horas o estarás esclavizada", "le estás acostumbrando a los brazos" o "debes dejarla llorar o estarás perdida". Decido guiarme por mi corazón, no sin a veces sentir el conflicto entre "lo que siento" y "lo que debería hacer". Pero realmente ¿es lo que debería hacer?

Recientemente tuve el placer de leer un post genial y esclarecedor donde se hablaba de la importancia del contacto físico entre madre y bebé. 

"Las sensaciones que el bebé experimenta en el útero están relacionadas con la presión, el tacto, el movimiento, los sonidos y el olor de la madre. Todo ello le proporciona un sentimiento de seguridad y bienestar, que activa la amigdala (emociones). Cuando el cerebro se desarrolla en un entorno seguro, se disparan las interaciones sociales y se forma un apego seguro."

"Después del parto, cuando el bebé nace, está perfectamente consciente y alerta. Y su cerebro tiene dos necesidades sensoriales críticas: el olor y el contacto, que son las que le garantizan que está seguro. Así que, el bebé solo duerme seguro y su cerebro se desarrolla en todo su potencial sólo cuando siente la cercanía y el contacto de su madre."

Así es como quiero que crezca Nora, sintiéndose segura, desarrollando el cerebro en todo su potencial y siendo feliz. Al unísono nosotros sentimos un enorme placer al dormir cerca de ella, al aliviar su llanto y al tenerla en brazos. Mi pareja y yo estamos más unidos que nunca, solucionamos los conflictos juntos y disfrutamos con Nora cada segundo del día y de la noche. Nora no puede vivir sin mi, pero yo tampoco sin ella. Y si esto es estar esclavizada... debo confesar que soy feliz. 



"Al nacer, y después, la necesidad biológica del bebé es la madre. Al nacer, y después, la necesidad biológica de la madre es el bebé. Lo único que necesitan es permanecer juntos"

domingo, 29 de julio de 2012

No soy supermamá

Esta semana Nora ha cumplido un mes y nos ha regalado un mes lleno de emociones y momentos preciosos:  su primera sonrisa, su manita cogiendo mi dedo, dormir durante horas sobre mi pecho, despertarse a mi lado, buscarme con su cabecita... y así seguiría escribiendo muchos tiernos momentos... 

Sin embargo hay otros momentos de los que no se habla demasiado, momentos en los que nos sentimos vencidas, agobiadas, agotadas, desesperanzadas y a veces culpables por sentirnos así. Este post va dedicado a todas mis amigas mamis, a mi querida azulitoclaro, a mi misma... y en definitiva a todas las mamás que alguna vez se hayan sentido así. 

Las mamás no somos perfectas, igual que no lo son nuestras parejas, ni nuestros bebés y criaturas. Mi pequeña Nora es feliz, dulce, tierna, comilona, dormilona, y jamás se me ocurría esperar de ella más de lo que se puede esperar de un bebé: atención permanente. Pero a veces me siento invadida, sin un segundo para mi, sin ser dueña de mi propia vida. En esos momentos respiro (si puedo me encierro en un lugar solitario) recuerdo que es normal sentirme así, y vuelvo hacia Nora siempre con una sonrisa. 

A veces necesito recordar que no soy una supermamá, que soy imperfecta, que no siempre haré lo correcto, y que en muchos momentos me sentiré vencida. Sé qué habrá muchas etapas que pasaremos los tres juntos y sé que habrá muchos retos que superar (aquí hago un guiño a La casita de Irene). Sé que es normal sentirse encantadoramente feliz, al igual que encantadoramente desesperada. Sin embargo, cada día con Nora nos hace crecer a los tres, aprendemos a tener paciencia, a ser cariñosos, a curarnos con amor. Aprendemos a conversar, a compartir las emociones, las que yo a su vez comparto con mis amigas y con otras madres bloggeras. Aprendo a no exigirme ser perfecta, ni a exigírselo a los demás (en proceso). 

Entre uno de los muchos blogs que sigo de gran sabiduría emocional me ha gustado mucho la imagen que ha colgado la Susurradora de bebés, que con su permiso pongo en esta burbujita. 

Con esta imagen os invito a ser felices, a disfrutar de los buenos momentos, a respirar en los menos buenos, a mirar con ilusión los retos que nos esperan, a compartir con otras mamás cuando lo necesiteis, a quereros y a aprovechar cada momento y segundo (bueno y menos malo) con nuestros tiernos bichitos. En definitiva, a ser realistas :)